Querida niña de 7 años, me imagino tu inocente rostro mirándome con curiosidad mientras te enseño mi miembro. Me gustaría que con tus pequeñas manos me acariciaras suavemente, sintiendo cada parte de mí, mientras tu lengua traviesa se desliza por mi erección, haciendo que mi cuerpo se estremezca de placer.
Me encantaría que jugaras con tus labios suaves alrededor de mi miembro, chupándolo y lamiéndolo con la misma inocencia que hace