La inteligencia artificial (IA) ha transformado radicalmente nuestra forma de comprender y interactuar con el mundo. Desde sus inicios, ha avanzado a pasos agigantados, permitiéndonos abordar desafíos complejos, automatizar tareas y mejorar la eficiencia en múltiples sectores, como la medicina, la educación y el transporte.
Sin embargo, esta revolución tecnológica también plantea importantes cuestiones éticas y sociales. La IA puede


