La forma de la Tierra se describe comúnmente como un esferoide oblato. Esto significa que es casi esférica, pero ligeramente achatada en los polos y ensanchada en el ecuador debido a su rotación. Este achatamiento es conocido como oblaticidad. La diferencia entre el diámetro ecuatorial (que es mayor) y el diámetro polar (que es menor) contribuye a esta forma.
La forma geoidal de la Tierra también se utiliza en geodesia y otras disciplinas,


